martes, 25 de febrero de 2020


























(El camino del Inca gallego)



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 Blogs de la autoria de: Gustavo Pascual Hermida



Enlace vídeo :  O Camiño  dos Burros


  Todo el mundo habrá escuchado alguna vez la existencia del llamado camino del Inca, un tremendo camino que asciende por unas pendientes que quitan el hipo hasta llegar a la ciudad de Machu Picchu.
El Camino del Inca. Foto: Peru.com


Pues bien, en San Xián un encantador y pequeño núcleo rural entre O Rosal y Santa Mª de Oia, colgado sobre la ladera de la Groba a unos 140 metros sobre el nivel del mar, en un privilegiado balcón sobre el océano Atlántico, se localiza un particular camino que como el del Inca trata de alcanzar el cielo.






Conocido como el "Camiño dos Burros", una estrecha y sinuosa senda empedrada que asciende desde el alto del pueblo de San Xián hasta la Poza dos Corvos, en el alto de la Sierra de la Groba a 504 msnm, una subida zigzagueante que salva casi 400 metros de altura en unos aproximadamente 1,5 km de distancia, tan estrecha que sólo podían ascender los burros “fariñeiros” cargados con los sacos de maiz y cereal en fila de a uno (de ahí su nombre), para moler el grano en los molinos de Valga.
Vista del perfil de la sierra de la Groba, las flechas señalan, grosso modo, la dorsal por la que transita O Camiño dos Burros. Es llamativa la fuerte pendiente típica de las laderas de este Horts que conforma la Groba por el Oeste. G.P.H.





  Todo un símbolo de la dureza de la vida en otros tiempos no tan lejanos cuando no existían los móviles o Internet, y muy pocos tenían vehículos a motor o luz eléctrica.
vista general del molino de San Xián. G.P. H.

Detalle del molino comunal de San Xián. G. P. H.
   La Sra. Rosario, una vecina de San Xián, con casi siete décadas escritas en sus manos, me contaba como era la vida a mediados de los años 50 y 60, como molían el grano en el único molino comunal de la aldea, a turnos de día y de noche, y sólo durante los meses de invierno ya que el pequeño río dos Corvos, más bien regato, se quedaba seco al llegar la primavera y los vecinos no les quedaba otra que cargar ellos mismos y sobre los burros los sacos de grano y ascender pesadamente, como


Vista desde el curso  del  regato dos Corvos, se comprende perfectamente por que los habitantes de San Xián tenían que desplazarse a los molinos de Valga debido al escaso cauce del río, que queda seco a partir de la primevera. G.P.H.
lo hace la niebla del atlántico al chocar contra las laderas de la Groba, por el empinado y estrecho camino que como una larga y sinuosa serpiente, asciende por la pendiente hacia las alturas de la Poza dos Corvos.


           Trazado aproximado sobre al ortofoto de 1956 del vuelo americano.
           Sitga/IET Xunta de Galicia. G.P.H.

 Camino empedrado en la parte alta del pueblo. G.P.H.

San Xián, muros, roca y granito inundan nuestros ojos.G.P.H.
Traspasando esta rústica cerca empezamos verdaderamente la subida. G.P.H.

Tramo de fortísima pendiente, al inicio del recorrido, este ya ha perdido el empedrado.G,P.H.
El estrecho camino siguiendo las curvas de nivel  para ir salvando la fuerte pendiente. G.P.H.


Uno de los numerosos "codos" del camino, desde este ya se contempla una vista que mitiga el esfuerzo. G.P.H.
Anochece, el sol parece quedar atrapado en una tela de araña, tal vez  Aracne se a enamorado de Apolo,  G.P.H.
Vencida la tremenda cuesta, los burros y los paisanos con sus pesadas cargas, se dirigían a los molinos casi cómodamente, en comparación con la fuerte subida, por las colinas y terrenos planos de la Sierra, un viaje de ida y vuelta en el que el cansancio y el sudor eran la norma.


Ortofoto del vuelo Americano de 1956 en la que se aprecia perfectamente el camino, en esa época en pleno uso por los vecinos de San Xián..SITGA/IET Xunta de Galicia. G.P.H.2020





Panorámica del Interior de la Sierra de la groba. G. P.H..
La existencia de esta vía se pierde en la memoria, pero todo apunta a que al menos ya existía desde el siglo XIX sin descartar un origen anterior, en la edad Moderna. 
Sólo las personas y animales de carga con sus alforjas podían transitar por esta senda pétrea, ni siquiera los dúctiles carros de bueyes podían subir estas cuestas tan estrechas.G.P.H.


Rosario me decía que ya su abuelo dedicaba parte de su tiempo al mantenimiento del camino, como más tarde su padre y hermanos y el resto de vecinos del pueblo, las mujeres transportando piedras sobre cestos encima de sus cabezas y los hombres asentándolas sobre el suelo.

Tramo bien conservado, de momento. Las admnistraciones, Concello, Diputación y Xunta deberían velar por su recuperación y mantenimiento ya que es un elemento etnográfico e histórico de gran valor, no ya por su complejidad técnica o su belleza, si no por su valor testimonial de una época en la que las personas, sin ayuda de un ente como el Estado, resolvían con su esfuerzo los retos que les permitían sobrevivir, en unas épocas muy duras para todos, especialmente en las zonas rurales. G.P.H.
El camino permitía además de transportar el grano a la molienda, acceder a los recursos de la sierra, pasto para el ganado, piedra, madera y caza y aún guarda en su memoria, como casi todos los habitantes de las aldeas y

La línea del borde de rompiente de la sierra. G. P.H.


pueblos que se asientan a lo largos de la Sierra de la Groba, historias de lobos, animal atávico donde los haya, que hasta los años 70 poblaron los altos y vaguadas, los crestones y umbrías de la Groba, atacando a los ganados por lo que se convirtió en un animal temido y odiado para las comunidades rurales.


Vista impresionantes de un Oceáno tan inmenso, que es inseparable de este tramo de costa. G.P. H.
Hoy caminar por esta senda es un enorme placer para los sentidos, poco que ver con el arduo trabajo y el tremendo esfuerzo de aquellos que transitaron por él por pura necesidad y trabajo.


El Oceáno reflejos de  luz y cielo ,G.P,H.
Durante el ascenso, conforme ganamos altura, se nos abre ante nosotros el horizonte azul y blanco de un océano Atlántico inmensamente bello, mientras de sur a norte se extienden las vertientes de la Sierra, un enorme horts que se alza a 600 metros de altura.
Vista de los bordes de la sierra de la Groba, un gran bloque levantado a causa de una falla rectilínea que de sur a norte se extiende por la costa entre Baiona y a Guarda. G. P.H.

Tal vez queriendo intimidar vanamente al mar, con 
sus paredes de granito, como gigantes desnudos, mostrando la dureza de sus músculos.
Las paredes graníticas de la Groba. G,P,H,

Al poco del ascenso y debido a las fuertes pendientes, que en algún tramo superan el 40% notaremos, como las gotas de sudor asoman por la frente, casi tantas gotas como piedras cubren el camino y los pulmones reclaman el aire que les falta, pero casi sin darnos cuenta llegaremos a la cima, al campo y poza dos Corvos.



Poza dos Corvos,una poza que se forma con las lluvias de invierno. G.P.H.

   Podremos contemplar entonces, ante nuestros pies, un paisaje tan abrumador que todas nuestras penas se desvanecerán al instante, como si nunca hubiesen existido.
Vista desde el Alto da Poza a 553 msnm, al fondo sobre la rasa costera, la aldea de San Xián. G.P.H.
La costa vista desde la Sierra, en primer plano la dorsal por la que sube el camino y abajo San Xián con el mar estrellándose contra las rocas. G.P.H.
   Como no vamos a considerar O Camiño dos Burros como nuestro  pequeño y particular camino del Inca en pleno San Xián, entre el ayuntamiento de Oia y O Rosal (tal es así, que hace cuatro años hubo una sentencia que los incluía en Oia cuando siempre habían estado en O Rosal), Pontevedra, España.

El camino zigzagueando a punto de llegar a la cima. G.P.H.

Las administraciones tienen el deber de prestar atención a este tipo de bienes históricos, etnográficos y patrimoniales para protegerlos, recuperarlos y darles un nueva vida, testimonio de otros tiempos en los que ganarse el pan suponía un enorme esfuerzo.
   El camino está bastante alterado con la desaparición de varios tramos afectados por la construcción de pistas así como el impacto del tránsito de motos, burros mecánicos bastante más dañinos que los de carne y hueso ya que terminan por arrancar el empedrado del camino, favoreciendo la erosión del agua.


Tramo en mal estado. G.P.H.

Pérdida del empedrado y erosíon del camino. G.P.H.
   Aunque sólo sea por respeto hacia aquellas generaciones que desde hace más de doscientos años, con tanto esfuerzo y trabajo, levantaron piedra a piedra los deseos de ganarse la vida y su sustento luchando por una vida mejor. 
Anochece en San Xián, vista desde la escuela unitaria, recientemente restaurada. G.P.H.
La antigua escuela unitaria restaurada. G.P.H.

   Hoy San Xián ha recuperado y modernizado sus antiguas casas, sin perder el encanto de la pequeña aldea que fue y quienes viven en este privilegiado rincón de vistas increíbles hacia el Atlántico, estoy seguro que les gustaría ver recuperado lo que sus antepasados cuidaron y crearon con tanto sudor, como así lo expresaba Rosario, a la que desde aquí le agradezco su amable atención y sus palabras.


Vista de la costa desde un rincón de San Xián. G. P..H.


   Trabajo de divulgación del Patrimonio realizado por Gustavo Pascual Hermida para el Blog: Más que petroglifos 2 en febrero de 2020